Un día como cualquier otro Chad sintió una pequeña molestia en su ojo izquierdo a la cual no presto mucha atención porque supuso que se debía a algún inconveniente alérgico. El día próximo esta comezón que tenía en su ojo paso a ser un nublado que le hacía ver borroso. Aún con todo esto ocurriendo Chad decidió ser paciente ya que estaba convencido de que todo se debía a alguna molestia relacionada con la sinusitis.
Lo peor pasó al día siguiente El hombre de 39 años se despertó al día próximo completamente alarmado porque no lograba ver absolutamente nada por su ojo izquierdo, y sumado a esto los dolores que tenía eran realmente insoportables. Llegados a este punto no le quedó otra alternativa que ir al médico.
Los especialistas que trataron su caso le notificaron a Chad que lo que le estaba sucediendo en su ojo izquierdo se debía a una infección causada por una bacteria que tomó forma en su lente de contacto mientras este dormía. Esta bacteria diminuta se alojó en su lente de contacto y poco a poco, sobre todo en las últimas noches de su sueño, se fue alimentando hasta llegar a un punto severo. Si bien es cierto que Chad puede recuperar la visión de su ojo izquierdo, este ha sido un descuido que le ha traído graves consecuencias.
Chad cuenta su historia con la finalidad de ayudar a todas aquellas personas que usan lentes de contacto. Es muy importante respetar las indicaciones de profesionales, sobre todo en zonas tan delicadas como lo es la vista, y sobre todo se debe mantener un higiene estricto en estos lentes ya que son expuestos a contaminación. Esperemos que la historia de este hombre pueda salvar la vista a muchas personas.
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