7 peliculas que se han cagado en la ciencia

• No tenemos duda de que el cine es fantasía, ficción e imaginación. Pero sí existe cierto inconveniente cuando una película recurre a la ciencia para utilizarla como como punto central del guion, haciendo un verdadero revoltijo en el proceso. Un hecho que provoca escozor en sujetos raros como yo (y tan poco conocidos como el Dr. Neil de Grasse Tyson); pero que también es fuente de confusión para la respetable audiencia

 7 – Matrix.

• Toda la saga gira en torno al concepto de máquinas que esclavizan a los seres humanos para extraerles energía. El problema es que en este punto de nuestra evolución los humanos no producimos energía, al contrario, la consumimos. Y esto también se extrapola a cualquier ser vivo, incluso las plantas, que aprovechan la energía del Sol a través de la fotosíntesis.

• Además, buena parte de todo lo que consumimos no se destina a cosas que puedan generar energía, como el calor corporal o los músculos. Un 20% de toda la energía que consumimos se destina exclusivamente al cerebro, solo para pensar si América es mejor que Las Chivas. Si las personas se mantuvieran pedaleando durante unas 24 horas, producirían mucho menos energía de la que gastan. Si las máquinas simplemente le prendieran fuego a lo que quiera que sea eso con que alimentan a las personas en la película, podrían genera mucho más, sin el inconveniente de que naciera un Keanu Reeves.

 6 – The Walking Dead.

• Las personas muertas no se mueven (duh). Incluso si algún tipo milagroso de virus los dotara de vida (o desvida, yo no sé) sería, como mínimo, imposible. Algunas horas después de la muerte los músculos se bloquean debido a un proceso conocido como rigor mortis, causado por la ausencia de trifosfato de adenosina (ATP, por sus siglas en inglés), que básicamente es el combustible de las células. Sin este nucleótido es imposible que se relajen. El cuerpo solo puede moverse días después, cuando la descomposición simplemente rompe las fibras de los músculos. Los zombis en esta condición estarían más aguados que el arroz de la tía Bertha.

• Y hay más. ¿Y los buitres, acaso simplemente ignorarían un delicioso manjar andante en descomposición? Incluso sin la presencia de los buitres, después de un año no quedaría mucho más que el esqueleto – que también terminaría desintegrándose algún día. Entonces, ¿de dónde salen las centenas de cuerpos recientes, cuando la única decena de sobrevivientes desesperados están demasiado ocupados planeando cómo matarse unos a otros? En los viejos clásicos esto es mucho más inverosímil, ya que cientos de cuerpos recientes emergían desde los cementerios.

 5 – Waterworld

• Esta película de 1995 requiere todo tipo de presentaciones. En el desastre cinematográfico que encalló la carrera de Kevin Costner, el calentamiento global derrite los casquetes polares y todo el planeta Tierra queda como un gigantesco océano. En la vida real, si todo el hielo del planeta fuera derretido, el nivel del mar subiría unos 70 metros, suficiente como para dejar bajo el agua a gran parte de Acapulco, pero todavía quedarían zonas residenciales por encima del nivel del agua, por lo que cubrir el monte Everest ya sería algo ridículo.

• Otra cosa: Costner desarrolla branquias como una adaptación. Existe una razón por la que las ballenas y los delfines se han mantenido así durante millones de años sin necesidad de reinventar las branquias. Para que un mamífero pudiera sobrevivir con el oxígeno presente en al agua, sería necesario filtrar una cantidad realmente colosal por las branquias. Un humano tendría que aspirar más de 190 litros de agua por minuto. A menos que tuviera la potencia de una moto de agua, esto sería algo complicado.

 4 – Lucy.

• Aquí nos encontramos con la exquisita Scarlet Johansson haciendo el papel de una mula que, por puro accidente, recibe una dosis colosal de una droga de diseño experimental. En lugar de morir miserablemente, Lucy se convierte en una especie de diosa. Gracias a que puede utilizar el 100% de su capacidad cerebral, la mujer adquiere poderes como la telequinesis (magia).

 

• La verdad es que no, no usamos el 10% de nuestra capacidad cerebral (con excepciones como Peña Nieto). El cerebro, como acabamos de ver, es el motor V16 de los órganos: gasta energía de una forma descomunal. Sería impensable, incluso para una persona que solo usara el 10% de su cerebro, que la evolución diseñe algo tan extremo para desperdiciar un 90% de todo ese potencial. Por esta razón, ningún científico nunca se ha atrevido a afirmar tal majadería. Es una leyenda urbana que surgió a inicios del siglo XX, en una época en la que ni siquiera se habían descubierto los antibióticos, y que ha sido repetida hasta hoy.

 3 – Star Trek.

• Tomen sus lanzas y piedras, fanáticos de Spock. Empezaremos por decir que Star Trek se toma mucho más en serio la ciencia que Star Wars. Y es que, pasando por alto algunos errores básicos – como el sonido en el espacio o el hecho de que existan naves en un mundo donde la teletransportación es algo tan fácil, el problema real es un caso sin explicación de evolución convergente. 

• Los vulcanos tienen orejas puntiagudas y un serio problema con el doble sentido. Los Klingon tienen una frente en forma de uva pasa y cierta tendencia a utilizar espadas poco prácticas. Los Ferengi son más feos que un pedo en un elevador. La diferencia de evolución entre planetas muy distantes y la Tierra se resuelve con una frente de goma. 

• La evolución convergente es real. Las tortugas, los armadillos y los pangolines cuentan con una armadura por la misma razón: pasa escapar de las mordidas. La mayoría de los insectos tienen rostro, como el de una persona, porque está demostrado que funciona mejor tener ojos al frente que en las patas. Pero, para que un extraterrestre tuviera semejanza con un ser humano, no solo el planeta que habita tendría que ser igual a la Tierra, sino que su historia evolutiva tendría que ser idéntica. Tendría que haber acontecido el surgimiento de los vertebrados, luego de los mamíferos, después los primates y por último los homínidos. 

 2 – Hulk: El Hombre Increíble.

• En nuestro mundo, los rayos gama transforman a las personas en cadáveres, y no precisamente en superhéroes. La última película hizo que Bruce Banner fuera inmune a este tipo de radiación antes de ser expuesto, pero hay un problema más gordo: ¿de dónde viene la materia que forma los músculos de Hulk? 

• La ley de conservación de la materia suele decir algo como: “la materia ni se crea ni se destruye, solo se transforma”. Estamos formados por los mismos átomos que alguna vez conformaron a una estrella. Todos sabemos cuál es la forma más rápida de ganar átomos: yendo a visitar a la abuela. O Hulk es algún tipo de ser inflable, o se come una vaca sin que nos demos cuenta antes de ponerse así de grande, y pierde toda esa masa de alguna forma antes de volver a ser Bruce Banner… es mejor que ni pensemos cómo. 

 1 – X-Men.

• Hagamos a un lado los poderes mágicos como los de Charles Xavier, o el hecho de que Wolverine, de la misma forma que Hulk, sea más tragón que Shaggy y Scooby-Doo juntos, porqué tendría que comer el equivalente a una pierna para regenerar una pierna. Lo realmente raro es Magneto. 

• Sus poderes se basan en algo muy mundano y conocido: el magnetismo. Y él puede usar esto para volar, usando un cinturón metálico o, según la película, con una placa de hierro. 

• Pero, la fuerza magnética no es anti gravitatoria. Se parece más a un hilo invisible. Cuando una grúa de desguace toma un automóvil por el techo, el peso del auto entero se transfiere a ella. Quiere decir que ese vuelo de Magneto tirando de la placa o el cinto para sí mismo es algo absurdo. Es como si estuvieras en el agua y al tirar de tu propio cabello salieras volando de allí, en una versión surrealista del barón de Munchausen. 

• Aplicando esta misma lógica, si él intentara levantar un barco o, peor aún, un puente, todo ese peso sería transferido a su cuerpo. A menos que fuera Superman (y no un octogenario con fuerza humana) terminaría aplastado en el suelo. Si los movimientos fueran laterales, como en la escena de la antena de X-Men: primera generación, saldría empujado en dirección contraria.